domingo, 20 de mayo de 2018

IRENE, PABLO Y EL DINERO.


       
       Pobre Pablo Iglesias, con lo que tú eras, con lo que tú decías, con lo que tú criticabas, y el señor dinero y sus posibilidades entró en tu vida.

       La Caja de Ingenieros, esa cooperativa catalana, te ha puesto la miel en los labios y has caído como un normal, como tú y como yo.

      Te gusta el dinero, te gusta ser más, te gusta vivir en mejores casas, con más comodidades, y hasta te creas indirecta o directamente una esfera protectora donde refugiar  tus futuros herederos. Es algo normal, no eres raro, eres como muchas personas, yo me arriesgaría a decir que como la mayoría. La capacidad de disfrutar de la vida, saborearla, saber adaptarse a las circunstancia de cada uno intentando ser lo más feliz posible es privilegio de unos pocos. Y digo privilegio porque para mí lo son en toda regla, en un mundo tan ligado a la adquisición, y tú te has salido de ese club selecto para ir al club de los mortales, donde estamos todos los cutres.

          Y así es, donde estamos casi todos. Ya sabes querido Pablo que el dinero da posibilidades de lo bueno y de lo malo, ya sea en mayor cantidad y en menor. El dinero nos eleva, no une y no separa. Nos mejora, nos provoca ansiedad el no tenerlo, y nos provoca ansiedad el no tener más. Nos da equilibrio, nos mejora o nos cree que nos hace mejorar nuestras vidas. Nos aleja del pasado, nos acerca del futuro, sin saber si volveremos caer de nuevo a él. Abre puertas y no entra en las pasadas . El dinero es caprichoso, nos da la oportunidad de adquirir lo que no tenemos y necesitamos de forma básica, y a su vez, nos acerca a los caprichos que no necesitamos, pero que a su vez nos autoconvencemos de necesitarlo. El dinero es envidioso y envidiado, por su uso y desuso. El dinero nos puede robar el tiempo para tener más, y poder usarlo o no. El dinero es  guardado, escondido,  prohibido, malgastado,  falso, robado,  legal o ilegal, pero todos lo quieren o lo necesitan alguna vez. El dinero es descarado y a su vez es tabú, del que no se habla en la mesa de amigos con claridad pero si en familia, del que no se sabe cuánto ganas pero si se presume de él,  aun no teniendo en muchos casos. El dinero es inconformista en ocasiones, nunca se es feliz del todo con lo que tiene, siempre puede existir algo más.

El dinero puede curar, te puede salvar, te puede hacer volar, soñar, vivir realidades e irrealidades, te puede llevar hasta la muerte, hasta el precipicio y hasta puede ayudar de los demás. El dinero  te puede transformar , y transformar a los demás, el dinero vive y gira en tu vida.

         Has caído en la incongruencia más fácil y difícil de no caer, se han volcado tus palabras y las bases de tu partido. No es que tengas que vivir debajo de puente, ni en una casa de 20 metros, que podría ser. Pero por la boca muere el pez, y ahí has sentenciado miles de votos. Claro que eres libre de vivir dónde plazca y os apetezca, pero el problema es que eres el líder de un partido político donde se crítica y lucha contra los excesos y cree modelar con la mesura.

         De todos modos, aún vas a poder disfrutar de lo que el dinero no te puede ofrecer: los abrazos, los besos, el amor, la ternura, el placer, el color del cielo, las nubes, el sonido del mar rompiendo, la melodía de una canción callejera, la luna, el levante en calma, la lluvia, el aire de la montaña, el cantar de los pájaros, el cansancio, la meta, el abrazo de un amigo, la satisfacción, el miedo, el horror, la pérdida, el amor de tus seres queridos o el amor de tu hijo.


         Disfruta de la hipoteca, del nuevo hogar y del poco interés que te ha ofrecido la Caja de Ingenieros. Espero y deseo que no te quite el tiempo cortar el césped, podar los rosales y te las arregles para mantener bien la piscina. Y que sigas usando el transporte público para ir a trabajar al centro, aunque seguramente haréis grupo para ir en coche hasta la capital, así contamináis menos y ahorráis pasta.




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