martes, 7 de junio de 2011

¡VIVA LA BLANCA PALOMA!

 Lo siento por mis amigos y amigas, familiares y compañeros, creyentes y acérrimos devotos del camino que cruza Doñana. No puedo con el Rocío, me supera y lo peor es que nadie me ha pedido opinión y lo expulso.
Será porque no lo he mamado, no lo he vivido y  con ello no puedo tener un sentimiento de unificación. No me gusta opinar de aspectos que desconozco-que mínimo que un poco de argumentación y sobre todo de vivencia en cualquier aspecto discutible-, pero repito, me supera. Lo siento.
Cuando veo esa ruta antropológica, arcaica, ridícula, de una España caduca aderezada con una mezcla incomprensible y abstracta de personas me disparato.
 El polvo del camino provoca confusiones entre la fe, el alcohol, el sexo  y desenfreno del polvo blanco. No todos son así ni así son todos, pero desde mi prisma personal e ignorante es lo que  me delata.
Analizar el salto de la reja en pleno siglo es como hacer una mirada al pasado y ver como reaccionaban los primates ante ciertos estímulos externos.
Nos quejamos del radicalismo, del fanatismo, de los extremismos, pero..¿hay diferencia con las prácticas que se realizan en algunos países latinoamericanos, asiáticos, africanos o musulmanes? Es cuestión de reflexionar pero pocas veces hacemos una autocrítica real. Si fuera justo también hablaríamos de otros eventos: Carnaval, San Fermín, Camino de Santiago, un largo etc. de desconocimientos y con ellos sus apreciaciones oportunas, pero no.
Siento escribir algo desde el lado de la  ignorancia, y pienso que no debería ni hacerlo , pero el día de hoy me ha podido. La mezcla de creencias, falseríos, desenfrenos y trogloditas me ponen los vellos de punta. Menos mal que la generalización es un pecado que no suelo cometer.
Mi mejor deseo y que disfruten.
 Disculpen mi atrevimiento, es cuestión de no saber  o sentir.