domingo, 6 de mayo de 2012

LAS TRES MADRES


Partiendo de la repulsa que me producen estos eventos que están ahogados en el marketing y cada vez mas alejados de los nuevos estilos de sociedad, he querido realizar un paréntesis en el día de hoy.
El día de la madre realmente no lo “creó” El Corte Inglés como muchos creíamos, ya desde la época griega dicen que se daban las primeras ofrendas a no se quién.. y que su valor originario tiene una base pacífica y no tanto maternal.
En un día  tal como hoy  no me quiero imaginar la dureza de aquella mujer que intenta ser madre y no puede , y menos ahora con los recortes en reproducción asistida. Aquella madre que has perdido y solo te queda el dolor o la alegría del recuerdo en imágenes y sueños despiertos. Tal vez se pueda dar el caso de la hija o el hijo que por infinidad de circunstancias la persona que lo trajo al mundo no supo actuar como tal-¿hay libro de instrucciones?-,y al contrario, la soledad de la madre que sus hijos o hijas carecen la suficiente empatía para aprender a comprender lo que pueden llegar a sentir los otros. La lista puede elongarse todo lo que se quiera y más, y todo por colocarnos un día como este.
En los últimos meses por suerte o desgracia he podido vivir como se puede sentir una mujer en sus diferentes fases o por lo menos en alguna de ellas.
La de la procreación;la que ama sin que aún haya visto la luz su hijo, la madre que trae al mundo, la que alimenta, la que acurruca, la que no duerme, la que establece vínculos de contrato indefinido, la que el hombre no alcanza ni llega y la que envidio por obligado cumplimiento de mis ojos. Es realmente complicado poder expresar con palabras la comunicación afectiva que puede tener una madre con su bebé, solo queda observar, disfrutar y comprobar que no te ha tocado a ti esta faceta.
Después me he encontrado la madre que sufre; la que se ahoga, la que no ve la salida pero encuentra una puerta, la ofuscada, la solitaria, la cansada y luchadora insaciable a la vez. La que comprueba como se van todos del nido y asume con resignación que solo va quedando ella en el silencio eterno de su salón, pero ahí está al pie del cañón, siempre pendiente y desvivida por lo que trajo al mundo sin evaluar la edad de los mismos, son hijos para siempre.
Y por último la que declina; la que buscamos cuando somos pequeños por que nos permiten lo nuestras madres no nos consienten. La de las tartas, la de las tortillas y los pucheros. La paciente, la que escucha, la que tiene calma y tiene una solución para todo. La sabia sin resabiar. La que vuelve a ser bebé pero no lo es, convirtiéndose en ocasiones una losa pesada que nadie quiere cargar. La que no espera nada porque ya ha pasado todo, solo el fin de haber cumplido de la mejor forma posible su vida, y con creces que lo hiciste.



3 comentarios:

  1. Que vivan las Madres que nos dieron la vida, las que se la dieron a nuestros padres y las que comparten la vida y las de nuestros hijos e hijas con nosotros...preciosa publicación...

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  2. precioso y emocionante Javi. Un abrazo

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  3. Como decia alguien hace poco: Llamen a sus madre ahora mismo para decirle lo importante que son en sus vidas. Bonito Javi.

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