No sé si gastar más tiempo
en este tema o mandarlo al olvido de una patada, que es lo que ocurrirá en
breve y de forma silenciada. Pero soy débil ante los temas que tocan a mi profesión
y a la de mis compañeras, perdón que use el femenino, no os asustéis, tranquilos,
es que ellas son una amplia mayoría.
Sé que no hace falta ni una
palabra, porque todos los que se encuentran en la labor docente, y que conozco
y que me conocen, saben cuáles son nuestras funciones y cómo funciona un centro
escolar, independientemente que acertemos con mayor o menor medida en nuestro
día a día.
Pero me quema el
pensamiento, me ofusca y me enfada el levantamiento oral de algunos políticos,
hablando sin saber, graznando sin conocer y ladrando sin verificar sobre los
actos que se llevan a cabo en los centros escolares. No puedo con este concurso
de mentiras que provocan en los más débiles,
y ya no tan débiles, la alarma social y la preocupación desmesurada por
sus retoños, por cierto, bienvenida dicha preocupación por parte de los padres
y madres, nunca esta tarde. Pero que sepáis que hay una infinidad de elementos
que os llegaría a sorprender y que afectan a vuestros hijos e hijas desde hace
muchos años, pero claro, lo primero es lo primero, no vaya ser que a vuestro hijo le estén volviendo “maricón
perdió en la clase de infantil”, o a vuestra hija una “tortillera machorra”, o
las dos, no sé, cualquier “desgracia” social que está tan de moda ahora.
La educación es así, sirve
para todo. Para maltratarla, desorientarla, para aprovecharse, para vender
humo, para maquillar la realidad, para manipularla y en algunos momentos hasta
para preocuparse por ella, cuando en la mayoría de los casos ni preocupa ni
interesa.
Este tema no tiene contenido
debate para mí, no existe. Esto no es nada nuevo, sólo hay que tirar de
hemeroteca, para ver como recurrimos a la educación desde la perspectiva
política. Es el más puro sentido de la mierda; hablar de cosas que no ocurren o
que han ocurrido excepcionalmente pero que sirven para poner en alerta al país
de forma que tenga felices y “seguros” a mis votantes y, por otro lado, tener a
mano una cortina de humo donde los problemas educativos no se afronten
realmente.
El Pin Parental, manda cojones,
mira que suena hasta bien para ver películas porno o ir algún puticlub de esos
de machotes, pero en definitiva, ”El Pin de mi pare, el que lo paga tó y da
permiso”.
No sé si sacar mi lado más
ordinario y soez, o seguir tomándomelo a risa con mis compañeras de profesión,
pero me jode la crítica de lo no existente en mi contexto, y este contexto lo
amplío bastante. Los docentes y los centros públicos tenemos al día
innumerables fallos y aciertos, y tenemos un margen de mejora bastante amplio,
pero los comentarios alusivos es para manifestarnos. Pero somos muchos y
conformistas. Nos la trae al pairo que nos cambien las la leyes cada tres años,
que tengamos una burocracia infinita; no nos movemos por aspectos vitales,
somos así...muy necesarios pero unos cobardes en nuestra mayoría, donde yo me
incluyo.
¿La educación es
manipulable? Claro que sí, somos un elemento vital, un tú a tú diario, tenemos
un poder inmenso, para lo bueno y lo malo. ¿Las leyes educativas están
manipuladas? Las leyes educativas están recogidas bajo la manta de los partidos
políticos, y salvo unos criterios mínimos basados en la Constitución y la Carta
Magna, existen y existirán elementos o señales que dejan los partidos, pero
estas señales no tienen un mecanismo ejecutor directo que nos aprisione, por
ahora.
Hemos pasado por muchísimas
leyes nacionales, normativas europeas tenemos competencias en la mayoría de las
comunidades autónomas, sufrimos cambios constantes, diferentes formas y estilos,
diferentes instrucciones, diferentes mecanismos...Ahora así, ahora no, ahora
esto, ahora lo otro...El profesorado normalmente es cumplidor de la normativa,
pero a la vez se la “pasa por el forro de una forma muy bohemia y elegante”. Las indicaciones estatales y autonómicas son
un conflicto constante que provoca que en los docentes un desapego brutal hacia
las normativas. De esta forma nos enfrentamos a la educación, con nuestras
ideas, con nuestras ganas, con nuestra objetividad y subjetividad, con nuestras
formaciones e innovaciones, con la sociedad actual y con el rigor que puede dar
los saberes científicos...
Nuestro día a día es
estimular el aprendizaje, es no dejar caer al niño o la niña que se le cae la casa a pedazos con
su familia, es mejorar al que pueda ser mejorable, es empatizar hasta con lo
que no es empatizable, es ser padre / madre y docente en muchas ocasiones, es compartir, es
intentar saber discutir y saber confrontar, es saber escuchar, habla y sentir...Es
saber moverse en una microsociedad donde se rige por unas áreas o asignaturas.
¿Y dónde están las clases de
transexualidad?
¿Y dónde andan los juegos
estimulantes?
Hay mecanismos escolares
para informarse sobre lo que se está haciendo en las escuelas. Úsenlo, atrévanse,
participen en la escuela, y si no es del grado pónganlo en manifiesto a la
Dirección, a la Inspección, salgan a la
calle...Quizá, de esta forma, lograrán arreglar esas malévolas formaciones
sexuales que parece que se imparten en nuestra sociedad casi a diario. Puede
ser que alguna empresa, entidad pública o privada, o algún docente se salga del
tiesto de los cánones de la normalidad y que quiera imponer sus tendencias por encima de los umbrales tolerables, sin duda,
lo habrá y se toma nota si se diera el caso. Pero lo que está claro también es
los docentes no vamos a vivir de espaldas a la sociedad en la que se mueven
nuestros alumnos, y jugamos haciendo equilibrios ya que cada alumno/a es un mundo
con una familia detrás. Y en nuestra aula, a diario, tienen que caber todos y
todas. Aún recuerdo, hace más de doce años cuando tuve como padres, la primera
pareja homosexual con un hijo, hace doce, ya ha llovido. Quién habla de
homosexualidad, hablamos que dentro nos
podemos encontrar con ocho separaciones, tres divorciados, y dos con temas de
violencia de género...Esa es mi microsociedad real, la que ellos ven, la que
sienten, la que padecen, la que escuchan de sus padres y de sus madres, ni mejor
ni peor que la tuya.
De todos modos, yo quiero
ayudar a esos partidos políticos que se encuentran bastante inquietos y a esas
numerosas familias que están incomodas, a que aumentan la encrucijada de su
lucha, y si no es mucho pedir...demanden, si lo ven importante para vuestros
hijos e hijas los siguientes aspectos:
-Auxiliar de Jardín de Infancia
permanente en Infantil, así evitaremos llamarle de su trabajo para cuando se
haga sus necesidades básicas.
-Si usted tiene necesidad de
usar el comedor del centro, no estaría mal
en protestar y poner el grito en el cielo para mejorar la gestión y la calidad
de los productos de los comedores escolares, la salud de su hijo se lo
agradecerá.
- Si usted es conocedor de
que la empresa de limpieza del centro está en huelga por falta de pago, no
estaría mal que se luchara al unísono para que se arreglara el conflicto, un
colegio sin desinfectar podría provocar una infección en su pequeño.
- Si usted ve que el nivel
de su hijo no es el adecuado, presenta dificultades para avanzar, detecta algo
sospechoso en su comportamiento, si hijo siempre está metido en trifulcas, si
piensa que lo acosan a diario...recurra al centro, quizá tengamos mecanismos
que puedan mejorar algo la situación, no
somos Fátima pero, con su ayuda, lo mismo hasta solucionamos algo.
-Si usted ve que el aula
está a 14ºC en invierno y 35ºC en verano, tiene todo el derecho de protestar en
masa, lo mismo nos ceden ventiladores ante tal empuje, a veces pasa.