Estamos a pocas horas de
comprobar la inutilidad política española, no es la primera vez, ya tenemos
antecedentes de la MARCA ESPAÑA.
Se me plantea la duda, cada vez que ocurren
estos acontecimientos, si entran más en juego las ideologías, programas
políticos o el egocentrismo de cada individuo. Sea de una forma u otra, me
sigue decepcionando la política española, en lo que se refiero a la palabra “acuerdo”.
Le realidad del arco parlamentario actual es
la pluralidad, es lo que has votado tú, el vecino y mi madre, y se merece el
máximo respeto, es el voto de los españoles, te guste o no, este de acuerdo o no, es el sistema que
hay y que adaptarse.
Tras esta asimilación, la cual parece que
muchos partidos e individuos aún no la han asimilado, toca sentarse y poner las
cartas encima de la mesa. En dichas cartas aparecen egoísmos, ansias de poder,
venganza, exigencias, sogas, inflexibilidad, mezclado con gotitas de programas
políticos y una pizca que piensa en lo que ha decidido el país en las urnas.
Lo siento, no se salva nadie, más de un
partido político ha decepcionado a sus electores; unos porque piensan demasiado
en el presente y quieren sentarse en sofá de los privilegios de forma urgente, y
otros porque están mirando de reojo el
deseado el futuro y van con una espada degollando a sus aliados y, en ocasiones, enemigos.
Es la calidad política española actual,
encaminados a que nadie gobierne, encaminados a no querer entender que hay una
diversidad. Estáis demostrando que no estáis preparados para gobernar a las
nuevas generaciones, estáis demostrando que no sabéis negociar, estáis
demostrando que solamente sabéis moveros en aguas tranquilas (mayorías
absolutas o casi absolutas). ¡Sois políticos! Tendríais que ser expertos en
ceder, en acordar, en tener miras sobre el país por encima de ideologías,
tendríais que darnos la oportunidad de saber si lo hacéis mal, bien o peor aún,
aunque ya lo estáis haciendo.
Los ciudadanos con derecho a voto no tenemos
margen para valorar lo que se lleva a cabo, vivimos de presupuestos de
gobiernos pasados, el país lo sigue moviendo la clase trabajadora que es la que
nunca falla y que en numerosas ocasiones pisáis con vuestro pie a golpe de decretos.
Sin duda, todos los partidos del parlamento,
todos, no deberíais de tener vacaciones, ni cobrar ningún tipo de plus, ni
extraordinarias hasta que no lleguéis a un acuerdo. Si no estáis preparados
para ceder, para negociar, no estáis preparados para mi país.
Sin duda, estáis poniendo en bandeja, y
estáis dando a entender, que la vieja política de mayoría absolutas es la única
viable para poner en marcha un ciclo, independientemente de sus aciertos y
errores, indignante.